Loading Content...
Loading Content...
Demográficas
Población
Densidad de Población
El vecindario del Parque Morrison-Eldridge en Santa Ana, California, experimentó fluctuaciones poblacionales desde 2010 hasta 2022. La población alcanzó su punto máximo en 2012 con 2,492 residentes, seguido de una disminución a 2,183 en 2013. A partir de 2013, la población se estabilizó entre 2,100 y 2,200 residentes durante varios años.
En 2022, la población aumentó a 2,284 residentes. Este incremento se acercó a los niveles observados a principios de la década de 2010. La causa de este reciente crecimiento poblacional no se conoce de manera definitiva.
La densidad poblacional del Parque Morrison-Eldridge superó constantemente las 11,000 personas por milla cuadrada durante todo el período observado. En 2022, la densidad alcanzó 12,811.58 personas por milla cuadrada. Esta alta densidad sugiere un entorno urbano caracterizado por edificios de apartamentos de varios pisos y espacios de vida compactos.
El vecindario tenía un estimado de 875 unidades de vivienda en 2022. Dada la alta densidad poblacional, se puede inferir que el tamaño promedio de los hogares en el Parque Morrison-Eldridge es probablemente menor que el promedio nacional de 2.61 personas por hogar. Esto puede indicar una mayor proporción de hogares unipersonales o familias pequeñas.
La alta densidad del Parque Morrison-Eldridge sugiere frecuentes interacciones sociales y espacios comunitarios compartidos. Es probable que los residentes tengan acceso a diversos servicios a poca distancia a pie, incluyendo transporte público, tiendas minoristas y opciones de restauración.
Santa Ana es conocida por su población diversa y su significativa comunidad latina. Este contexto cultural puede influir en el carácter del vecindario, potencialmente reflejándose en los negocios locales, eventos comunitarios y dinámicas sociales.
La consistente alta densidad indica que el Parque Morrison-Eldridge sigue siendo un entorno de vida urbano. El aumento de la población en 2022 puede señalar una tendencia positiva para el vecindario. Esto podría potencialmente reflejar mejoras en las condiciones locales o un aumento en la deseabilidad de la vida urbana.